Cuba trabaja por aplicar terapias contra el cáncer en etapas tempranas 48
El misterio del Alacrán Azul 50
VENCEDOR: ¿EL ALACRAN ?. 53
Expondrán resultados del uso de la toxina de escorpión en tratamiento de cáncer. 56
Cuba registra vacuna contra el cáncer y podrá venderla en EEUU.. 57
• Este año comenzarán la fase de ensayos clínicos dos nuevos candidatos vacunales para el tratamiento de las neoplasias de cérvix y de próstata
POR LILLIAM RIERA —de Granma Internacional—
LOS científicos cubanos, cuyos estudios en el campo de las vacunas terapéuticas para el tratamiento del cáncer han mostrado resultados estimulantes, ya han comenzado a trabajar para aplicar estas terapias en etapas tempranas de la enfermedad.
Las vacunas terapéuticas de cáncer, elaboradas a partir de elementos componentes de los tumores, no buscan curar a los pacientes, sino mantener controlada la neoplasia por largos períodos. Con ellas se pretende estimular y “educar” al sistema inmunológico de las personas que ya padecen la enfermedad, de manera que las células malignas sean detectadas y destruidas sin producir los desagradables efectos secundarios provocados por la quimioterapia y la radioterapia.
El doctor Luis Enríquez Fernández, jefe del Departamento de Vacunas del Centro de Inmunología Molecular (CIM), señala en un artículo suyo publicado el 23 de marzo en Granma que los experimentos en modelos animales, tanto cubanos como de otros investigadores, vaticinan la justeza de trasladar los estudios de las nuevas terapias con vacunas de cáncer a pacientes en etapas tempranas de la enfermedad en las cuales, en teoría, será posible detener de manera prolongada la progresión de la neoplasia.
La comunidad científica especializada —dice el doctor— hoy tiene suficientes elementos para empezar a creer firmemente en esta posibilidad y ya estamos comenzando a trabajar en aras de erradicar este flagelo de la humanidad, mediante la vacunación preventiva.
Según refiere, después de casi 30 años de evaluación clínica del concepto de vacunación terapéutica de cáncer y de más de 400 ensayos clínicos realizados, durante los cuales han ocurrido revolucionarios avances en el pensamiento inmunológico, hemos comenzado a comprender las razones por las cuales los resultados obtenidos hasta hoy, aunque muy alentadores, son modestos en cuanto al beneficio recibido por los pacientes.
Para Fernández la causa radica en que la gran mayoría de estos ensayos se han efectuado en individuos con estadios muy avanzados de la enfermedad, por lo que las grandes masas tumorales y los tratamientos acumulativos recibidos se han encargado de deteriorar profundamente sectores especializados para el funcionamiento del sistema inmunitario.
El científico opina que para las vacunas de cáncer la era de comprobar y conocer mejor el concepto termina y comienza la de convertir las neoplasias en estadios menos avanzados en enfermedades crónicas controladas, alargando la vida con calidad del paciente.
En su trabajo señala también que aunque todavía no hay ninguna vacuna de cáncer en uso difundido por los oncólogos en el mundo, existen alrededor de 105 candidatos vacunales distintos en fase avanzada de ensayos clínicos, pertenecientes a 64 compañías (principalmente biotecnológicas) de cinco países: EE.UU., Reino Unido, Alemania, Canadá y Francia.
En Cuba, los trabajos en el campo de las vacunas de cáncer comenzaron en el año 1990, en el CIM. Con ello surgía, por primera vez, un programa de investigación innovador en este tema en un país del Tercer Mundo.
Fernández recuerda que después de 15 años de labor, el programa dio frutos: cuatro originales candidatos vacunales terapéuticos de cáncer se ensayan en pacientes de todo el país, con la participación de los servicios especializados del Ministerio de Salud Pública.
Sólo el pasado año —indica—, más de 170 nuevos casos fueron incorporados a estos ensayos, donde las vacunas debían probar su eficacia en los tipos de cáncer con mayor impacto en la población cubana: pulmón, próstata, mama y colon.
El especialista, quien reconoce que los resultados obtenidos son estimulantes y aconsejan continuar los estudios, informa que este año comenzarán la fase de ensayos clínicos dos nuevos candidatos vacunales para el tratamiento de las neoplasias de cérvix y de próstata, que fueron desarrollados por los centros de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de la capital de la Isla y de la central provincia de Camagüey.
Actualmente, en los modernos laboratorios del CIM, perteneciente al Polo Científico del Oeste de La Habana, se investiga un total de 22 productos, entre los cuales, además de las vacunas de cáncer, se encuentran anticuerpos monoclonales como el CIMAher, registrado desde el 2002 y con patente en 17 naciones, que se emplea con resultados prometedores en tumores de cabeza y cuello, en combinación con la radioterapia.
En el caso de la vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón, basada en el Factor de Crecimiento Epidérmico (EFG) —una proteína muy relacionada con el crecimiento celular—, GI publicó en el 2004 que al año siguiente pasaría a fase de ensayo clínico en EE.UU. para su posterior registro allí, según informó en La Habana, José Miyar Barruecos, secretario del Consejo de Estado.
Dicha vacuna fue sometida a ensayos clínicos en la Isla con evidentes ventajas de sobrevida en los enfermos.
En un recorrido por varias instituciones del Polo Científico, dos años atrás, se conoció de la terminación, en el CIGB, de una nueva planta piloto que se ocuparía, precisamente, de elaborar los lotes destinados a ensayos clínicos de la vacuna EGF.
El 15 de julio del 2004, el CIM y la empresa estadounidense CancerVax Corporation, de California, firmaron en la capital cubana, en presencia del presidente Fidel Castro, un acuerdo, el primero en más de 40 años, de transferencia de tecnologías biotecnológicas para la producción cooperada de vacunas contra el cáncer. En EE.UU. el cáncer de pulmón provoca más de medio millón de muertes anuales.
En un video enviado a los participantes en la rúbrica del convenio, el doctor Donald Morton, director y cirujano jefe del Instituto de Cáncer John Wayne, de Los Angeles, calificó a las vacunas cubanas contra el cáncer, diseñadas para estimular el sistema inmunológico, de “descubrimiento único y sin precedentes”.
En esa ocasión, el director del CIM, el doctor Agustín Lage, destacó el hecho de que no existe tradición de transferencia de tecnologías, especialmente en la Biotecnología, desde el Sur al Norte.
En el 2005, en un congreso científico en La Habana, el vicedirector del CIGB, doctor Carlos Borroto, recordó que si durante los años 80 del siglo pasado la Isla contaba solamente con tres productos derivados de la biotecnología, al cierre del primer lustro del siglo XXI ascienden a 38. Además, el país exporta anualmente unos 300 millones de dólares en medicamentos a 51 países.
Carlos Tena
Rebelión
Hace unos días, comentando el wagneriano tratamiento que se dio en los medios de comunicación españoles a la triste desaparición de la cantante andaluza Rocío Jurado, señalaba, hacia el final del artículo, que la infortunada mujer no había sido informada por ninguno de sus allegados o amigos, de que la medicina cubana, o también la llamada medicina alternativa de esta singular isla, posee una de las más avanzadas e ingeniosas formas de lucha contra esa plaga llamada cáncer. Sin embargo, con un candor rayano en la estupidez, los familiares de la cantante prefirieron enviarla a un carísimo centro hospitalario en Houston, donde no hicieron otra cosa que robarles cientos de miles de euros, tratando a la paciente con las mismas armas que en otros institutos homólogos españoles.
El bloqueo al que sigue sometido esta ejemplar Cuba revolucionaria, tras 46 años de asedio terrorista por parte de los gobiernos USA, no tiene parangón en la historia de la humanidad, Pero es además un medio indirecto para impedir a los llamados ciudadanos del mundo libre, que se conozcan los avances que en el terreno de la salud ha logrado el sistema.
Ya es bien conocido, por quienes tenemos la dicha de trabajar y convivir en la isla, que además de los miles de médicos que, en misión humanitaria, Cuba envía constantemente por el mundo, a aquellos países de Asia, África y Latinoamérica que lo precisan, organismos como el Instituto de Biología Molecular, donde trabajan heroicamente decenas de investigadores cubanos, ha obtenido espectaculares logros en el combate contra las más variadas enfermedades; descubrimientos que ese primer mundo dirigido por George W. Bush se niega en reconocer, aunque ello signifique un paso adelante en la lucha por acabar con males que llevan a la tumba a millones de norteamericanos o emigrantes residentes en USA, que no conocen absolutamente nada de la realidad cubana, bien distinta a como se pinta en los medios occidentales. Y si un día desean saberlo y viajan a La Habana, pueden ser sancionados con multas de hasta 100.000 dólares, más una pena de cárcel que podría llegar a los diez años.
Hace unas semanas, mi amigo David, sevillano que desarrolla un formidable trabajo de colaboración en tareas agrícolas e hidrológicas en la localidad de Jagüey Grande, me comentaba el caso curioso de una medicina popular confeccionada con un misterioso y, al parecer, eficaz extracto obtenido de la ponzoña del alacrán azul, que ha sido discretamente adoptado como analgésico y anti-inflamatorio por la industria farmacéutica cubana, pero del que se oye hablar desde hace 14 años como un arma bastante eficaz en la lucha contra el cáncer. Pero, ojo, que hay desesperados que habiéndose sometido durante años a las siempre agresivas técnicas de la radioterapia, y cuando ya ésta se muestra incapaz de aliviar su dolencia, mitigar sus dolores o alargar su vida, creen que el Escozul (nombre bajo el que se distribuye ese líquido) es la panacea contra tan terrible mal. Gran error, pero, sin duda, hay algo mágico y misterioso en su composición.
Cada mañana, en esa hermosa villa matancera que es Jagüey Grande, en el campo cubano, a 130 kilómetros al sudeste de La Habana, un puñado de personas hace cola frente a una casa de color beige. Una vino haciendo autostop desde la capital. Otra llegó a pie desde un batey cercano. Algunos lo hacen en bicicleta desde localidades próximas. Hubo quien se desplazó hasta allá en un bus durante cinco horas, e incluso alguno se presentó en un Mercedes negro alquilado y con chofer. Todos ellos habían sido diagnosticados como enfermos de cáncer, con tumores en el cuello, la vejiga, la matriz; la próstata o el pulmón. Y todos pusieron sus últimas esperanzas en ese veneno del alacrán azul, originario del centro de la isla, que ya ha demostrado su eficacia en muchos pacientes.
El propietario de la casa es José Felipe Monzón. No tiene ningún diploma médico y, sin embargo, se pasa los días recibiendo a enfermos o a sus parientes y examinando historiales clínicos, para decidir quién sería un buen candidato para un tratamiento, no demostrado científicamente, que al parecer es capaz de remitir el avance de ciertos tipos de cáncer: un brebaje compuesto de agua destilada y unas gotas de veneno de alacrán.
Veamos algunos ejemplos rigurosamente demostrables. Hace tres años diagnosticaron un tumor en el cuello un paciente y los médicos recomendaron una operación. El afectado, en cambio, se decidió por el Escozul. Ahora jura que el tumor se ha reducido mucho y que se siente mejor. “Por supuesto, no funciona siempre”, dice. Luego, con gesto firme asegura que los pacientes que mejor reaccionan a Escozul son aquellos que se encuentran en las fases iniciales de la enfermedad y aún no han recibido quimioterapia. En los últimos trece años, a pesar de la cautela del sector médico cubano, se calcula que 70.000 personas fueron tratadas con Escozul. De los pacientes atendidos por Misael Bordier, el primero en aplicarlo en Cuba, el 97 por ciento informó mejorías. Ya era un dato espectacular, digno de análisis.
Evidentemente, ante resultados tan extraordinarios las autoridades médicas comenzaron a superar su escepticismo. Labiofarm, un laboratorio farmacéutico del gobierno, lo está probando ahora en más de 700 pacientes en conjunción con otros tratamientos tradicionales, tales como la irradiación que, como todo lo relativo a la medicina en Cuba, son totalmente gratuitos. El laboratorio tiene mucho cuidado en los términos en los que se refiere a la sustancia, calificándola de analgésica y anti-inflamatoria, aunque en ningún momento la califica oficialmente de anticancerígeno.
Bordier, biólogo de Guantánamo, comenzó a criar el alacrán azul a principios de los años 80 y a curar experimentalmente con la ponzoña a ratones y perros (muchos curanderos utilizan las toxinas de arañas y culebras para curar una gran diversidad de dolencias), comprobando muy pronto que los animales reaccionaban al preparado con el veneno diluido. Fue posible ver que muchos tumores se reducían visiblemente con un tratamiento ininterrumpido. Finalmente, se enteró Monzón, porque su hija de 15 años estaba en las últimas fases de un cáncer pancreático (el que mató a Rocío Jurado) que, a pesar de haber sido tratado con irradiaciones y quimioterapia durante cuatro años, se había propagado por el hígado y los intestinos. Tras conocer a Bordier, Monzón le pidió que le diera un poco para su hija Niurys. Mes tras mes, Monzón hizo el viaje de ¡ 14 horas ¡ cada vez que a ella se le acababa la toxina. La recuperación de la hija de José Felipe fue tan asombrosa, que tanto amigos y vecinos como extraños comenzaron a pedirle que por favor les trajera también la ponzoña de alacrán.
Durante muchos años, este tratamiento siguió adelante gracias a esos hombres: Bordier en Guantánamo y Monzón en Jagüey Grande. Aunque al principio fueron rechazados por las autoridades médicas, no permitieron que les frustraran sus intentos ni dejaron de distribuir la toxina, continuando con sus investigaciones sin abandonar la salud de sus pacientes. “Según mi experiencia”, dice Monzón, “el 15 por ciento de las personas que han venido a consultarme sufren de cáncer en fase terminal con muy pocas posibilidades de curarse, pero el veneno los ayuda a sentirse mejor, a tener una vida más llevadera”. Del 85 por ciento restante, el 30 ha entrado en remisión y el otro 55, aunque no se ha curado, ha sentido mejorías y vivido más tiempo.
Estas estadísticas llegaron a oídos de la preciosa industria biotécnica cubana, una de las más avanzadas del mundo. En los últimos 15 años, este país ha sido obligada a valerse por sí misma luego de que la Unión Soviética se deshiciera de forma tan brutal, y sin embargo es capaz de desarrollar un gigantesco biotecnológico. Hoy en día suministra toda clase de fármacos, incluyendo la vacuna de la meningitis, a más de 30 países. Sus investigaciones científicas y el desarrollo de otras vacunas para el cáncer de próstata y pulmonar, son considerados tan cruciales, que el pasado junio el gobierno de los EE.UU. se vio forzado a interrumpir su embargo comercial de los últimos 46 años, permitiendo que Cancervax, laboratorio con sede en California, estableciera una empresa conjunta con el gobierno cubano
En cuanto a Escozul, cualquier posible cooperación continúa manteniéndose en estricto secreto. Las autoridades sanitarias cubanas rehúsan dar falsas esperanzas sobre el misterioso veneno de ese alacrán. No se pueden crear expectativas exageradamente optimistas entre los pacientes afectados por ese terrible mal, pero tampoco conviene negar de plano el alivio que miles de enfermos han experimentado tras un tratamiento con ese líquido. Con todo, no hay indicios de que el tratamiento con Escozul vaya a desaparecer en un futuro cercano. Ahora se accede fácilmente a información en Internet, incluyendo el Foro Escozul. Mientras, oncólogos como el Dr. Donald Morton, director y jefe de cirugía del John Wayne’s Cancer Institute, en California (EE.UU.), asesor de Cancervax con la colaboración de Cuba, lo miran aún con escepticismo: “Perjudica a la ciencia y es injusto brindar falsas esperanzas a estas personas”.
Sin embargo, los discretos avances que se han dado en las investigaciones científicas oficiales durante los últimos años, la cautela y silencio de los oncólogos y la prudencia de las autoridades cubanas. no impiden que centenares de enfermos y sus seres queridos sigan mirando a esa ponzoña con una fundada ilusión en la mirada. Y como dice un amigo cubano: “Carlos, los remedios contra todo están a la vista. No hace falta más que fijarse bien”.
Más de 50,000 pacientes aquejados de tumoraciones malignas y otras dolencias se han tratado en Cuba con la toxina del Escorpión azul.
(por Pablo Soroa Fernández, especial de la AIN. Diario Granma Internacional, 19 de enero del 2003)
“ Muchos escépticos pusieron en tela de juicio a principios del 90 las propiedades curativas de la toxina diluida del Escorpión Azul ( Rhopalurus Junceus), que en Guantánamo comenzaba a proporcionarse en pequeñas dosis a pacientes con tumoraciones malignas,: Pulmón, Mamas, Utero, Páncreas etc y otras dolencias como :inflamaciones pélvicas, insuficiencia renal y mal del Parkinson, entre otros
Unos calificaron el propósito de ilusión, otros de superchería, los terceros y menos, de Reto científico. Entre estos últimos se incluía el ingeniero Omar Cantillo, un joven físico nuclear entonces investigador del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en aquella provincia, a 910 kms al Este de La Habana.
Promovido una década después a jefe de Ciencia y Tecnología en el Minsiterio de C. T. Y Medio Ambiente, Cantillo , muestra el “certificado de registro de marca concedido por Resolución 3136/99 de la oficina cubana de la propiedad industrial con 2005 como año de vencimiento.
dicho protocolo asigna a : Escozul ( biopreparado a partir de la toxina de alacrán) como: componente anticancerígeno que tiene novedad, actividad inventiva y aplicabilidad”.
la investigación arroja como fruto más notorio, el tratamiento a mas de 50. mil personas en Cuba y a varios de centenares de ellas en: México, España, Italia, Colombia, República Dominicana, Holanda y Estados Unidos.
La acción terapéutica de Escozul muestra una positiva respuesta clínica de laboratorio en el 97% DE LOS PACIENTES CON TUMORACIONES MALIGNAS A LOS QUE SE HA APLICADO” indica el científico Misael Bordier, responsable del proyecto junto a los doctores Héctor Salgado, Franklin K. Perry, Roberto Aguirre y Rafael Granado, el Ingeniero Guillermo Borys Pérez y la licenciada Milagros Martínez, entre otros.
La lucha entre el alacrán y el cangrejo favorece al primero, subraya Bordier en erudita referencia a este último término, del cual procede “carcinoma” (carcino, cangrejo; oma, tumor) con el que habitualmente se resumen todas las tumoraciones malignas.
El medicamento se ensayó también con resultados aleccionadores en pacientes con VIH-SIDA que en 1999 asistieron a la consulta ambulatoria de esa enfermedad en el hospital universitario de Mbarara, en la nación africana de Uganda, donde galenos cubanos colaboran.
El médico internacionalista de la propia Guantánamo, José Ramón Rodríguez, aclara que el favorable resultado en Uganda dista de significar cura absoluta, pero es equivalente a notable mejoría, incremento de la calidad de vida y erradicación total de protuberancia en numerosos enfermos.
Según Misael Bordier, el biopreparado se distingue por sus efectos altamente favorables, entre otros en pacientes vírgenes de quimioterapia, pero con inflamaciones pélvicas o prostáticas que pueden ser malignas.
El descubridor de las propiedades curativas de la ponzoña del Escorpión Azul (especie endémica del Caribe) asistió al Congreso Internacional y alternativas terapéuticas, celebrado en México… periódicos de esa nación dedicaron amplios espacios a divulgar que :
Tres centenares de ciudadanos del D.F. atacados por ese mal, se beneficiaban del medicamento cubano…..y reseñaron las intervenciones de Bordier en el foro.
Hasta en la manera de tratar a sus aráñidos transparenta su calidad humana este hombre casi sexagenario, quien junto a su equipo ha hecho el objetivo de su vida, dar la estocada final a las células cancerosas.
“Conservamos los escorpiones en cajas llenas de tierra húmeda y con muchos insectos, los cuales les sirven de alimento Se les extrae el veneno al año de nacidos, cada 20 días aproximadamente, durante varias veces y los reintegramos a su hábitat” afirma.
El científico muestra la maniobra mediante la cual se aplica una leve estimulación eléctrica al animal para su ordeño, operación que ejecuta cuidadosamente, puesto que el veneno puro del Escorpión Azul no es tan bien recibido por el ser humano como el que se diluye.
Para Bordier, cada vez está más cercano el veredicto final a favor del alacrán, en su lucha a muerte contra el cangrejo.
Comienza curso nacional sobre crianza, manejo y explotación de escorpiones, desde hoy hasta el 30 de noviembre
Por: Julio Martínez Molina
Correo: digital@jrebelde.cip.cu
28 de noviembre de 2007 00:00:07 GMT
Cienfuegos.— El Curso nacional sobre crianza, manejo y explotación de escorpiones reúne aquí desde hoy y hasta el 30 de noviembre a especialistas de todo el país, en un espacio donde se expondrán resultados del empleo de la toxina de esa especie arácnida en el tratamiento contra el cáncer.
El doctor Fabio Linares, al frente, en Cienfuegos, de este proyecto encaminado por el Grupo Empresarial Laboratorios Biológico-Farmacéuticos (LABIOFAM) en las 14 provincias, dijo a este diario que en el evento explicarán cómo actúa el veneno del escorpión sobre las células cancerosas de animales de laboratorio y en seres humanos.
Acotó el especialista que se está acometiendo un estudio muy serio sobre el tema a nivel nacional y que se ha ganado mucho en el aprendizaje del manejo del alacrán para tales fines, sobre la base de un criterio de sostenibilidad ecológica que implica la no sobreexplotación de las áreas que tributen ejemplares y la vuelta a su medio de los ejemplares luego del período de extracción de la toxina.
El alacranario local está enclavado en la Facultad de Ciencias Médicas y deberá alcanzar los 5 000 ejemplares de escorpión azul (o alacrán colorado como se le conoce en todo el país) en los próximos meses.
En una de sus investigaciones, una autoridad en la materia como la doctora en Biología Josefina Cao López, explicó que cuando se iniciaron los descubrimientos empíricos de las propiedades del animal —dos décadas atrás en Guantánamo— se le llamó alacrán azul por el tono del aguijón, pero en realidad es conocido en el campo como alacrán colorado, en tanto la mayor parte de su estructura es de coloración rojiza oscura.
El criadero sureño posee humedad y clima controlados, así como la higiene óptima de un centro para la crianza de animales de laboratorio, facilidades que permitieron que la provincia, pese a ser una de las últimas en iniciar la experiencia, hoy esté en la vanguardia en la recopilación de toxina del animal.
Allí alimentan a los escorpiones de esta especie endémica de Cuba, cuyo nombre científico es Rophalorus junceus, con presas vivas y zánganos de colmena.
«Les es extraído u “ordeñado” el veneno durante un determinado tiempo hasta que se debilita su entrega y luego se retornan al medio. No traemos hembras paridas ni preñadas, y las crías de las que paren en cautiverio las devolvemos al medio para repoblar las áreas», agregó Fabio.
La toxina es obtenida a partir de estímulos eléctricos al escorpión sujeto con pinzas, el cual como consecuencia del efecto descarga una o dos gotas en un recipiente.
Desde hace siglos, en Cuba el alacrán era hervido en aceite para emplearlo como favorecedor de la retención urinaria en los niños y macerado en alcohol con propósitos analgésicos.
El uso de productos de origen natural en la terapéutica constituye una práctica generalizada en la actualidad. Estudios científicos demostraron que el efecto anticancerígeno del medicamento preparado a partir del veneno de alacrán resulta efectivo sobre todo en tumores y afecciones del sistema nervioso central.
Además, fueron comprobados sus beneficios en otras zonas del organismo, como el pulmón, el cuello del útero, la próstata y el páncreas, y corroboradas sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias.
Por ANDREA RODRIGUEZ
The Associated Press
LA HABANA --
Científicos cubanos presentaron el registro sanitario de una nueva sustancia terapéutica contra el cáncer de pulmón avanzado para alargar la vida de los pacientes afectados con el mal, con lo cual ya podrán comenzar el proceso de comercialización en Perú, Malasia y China.
"Es una vacuna muy segura, no hay eventos adversos y contribuye a incrementar la calidad de vida y supervivencia", dijo el martes la doctora Elia Neninger durante una conferencia de prensa en el Centro de Inmunología Molecular, la institución encargada también de producir y distribuir la sustancia y con la cual deberán tratar los socios extranjeros.
El medicamento lleva el nombre de CimaVax EGF y fue desarrollada desde 1992 hasta conseguir el registro el 12 de junio ante las autoridades sanitarias cubanas que evaluaron los estudios del centro y los resultados en pacientes.
La vacuna está compuesta por la proteína de "Factor de Crecimiento Epidérmico (EGF)", unida a otra proteína llamada "P-64" que facilita la respuesta inmune, manifestó Neninger.
La aplicación es paralela al tratamiento tradicional por lo general de quimioterapia y los estudios de los cubanos mostrados el martes a la prensa indican una expectativa de vida de cinco meses más para los pacientes de esta afección que suele ser de un año, indicó la jefa del proyecto, la doctora Tania Crombet.
En Cuba el producto no tiene precio pues se distribuye por el sistema nacional de salud que es gratuito.
A partir de este registro se espera uno similar en Perú para comenzar su comercialización allí mediante el licenciamiento a una compañía local que no fue identificada por los científicos.
Luego de nuevos ensayos clínicos exigidos por las leyes de esos países sucederá lo mismo en China y Malasia, en este caso mediante la compañía Bioven, comentó la doctora Gisela González, experta del Centro de Inmunología Molecular, al estimar en un año el tiempo de este proceso.
"Esta es la primera vacuna terapéutica registrada en Cuba", señaló la especialista.
Como dato inusual, reconocieron las científicas, el producto tiene una autorización especial del Departamento del Tesoro estadounidense para ser vendido en el vecino país, cuyo gobierno sostiene un embargo a la isla por motivos políticos pero que impide la comercialización de mercancía cubana esa nación.
Este permiso fue obtenido cuando la licencia comercial otorgada por los cubanos estaba en manos de la empresa CancerVac, pero la firma quebró ante de completar los estudios exigidos por la autoridades sanitarias norteamericana para ponerlo a la venta.
La autorización para el mercado estadounidense pasó entonces a YM BioSciences, que sí deberá terminar ensayos clínicos tasados en unos 20 millones de dólares. "El registro en Cuba va a impulsar a las compañías a hacer esos ensayos clínicos", afirmó González
La Habana, 30 de mayo (PL).- Cuba se encuentra entre los primeros países del continente americano en desarrollar el trasplante renal, (año 1970), y desde entonces hasta hoy, en la Isla se realizaron unas tres mil 500 operaciones de ese tipo.
Amparada por una amplia red de servicios nefrológicos, la nación cubana cuenta con 47 hospitales que atienden a los más de mil 500 pacientes con insuficiencia renal crónica, (IRC), en tratamiento de hemodiálisis o diálisis peritoneal, muchos de los cuáles esperan por un trasplante.
La IRC, un trastorno progresivo y permanente de la función renal, forma parte de las patologías crónicas no transmisibles que afectan al mundo contemporáneo, cuya terapia y rehabilitación es compleja y altamente costosa.
Las estadísticas internacionales plantean que más de 200 personas por cada millón de habitantes, necesitan cada año tratamiento por diálisis o transplante renal, siendo este último la mejor solución, pero inhabilitada muchas veces por la carencia del órgano.
Sin embargo, en Cuba existe un fuerte grupo de obtención de órganos, el cuál realiza un minucioso proceso de selección donante-receptor bajo los más estrictos parámetros éticos e inmunológicos, para garantizar una mejor supervivencia a corto y largo plazo, tal y como se sustentan muchos programas del primer mundo.
Asimismo, aunque en menor medida, el país utiliza el donante vivo, emparentado y compatible. Un 60 por ciento se efectúa entre hermanos, el 25 por ciento de padres a hijos y el resto de hijos a padres.
Además de los trasplantes renales, en los últimos 20 años en la Isla se efectuaron más de un centenar de injertos cardiacos, con índices de supervivencia similares a los de países desarrollados.
El desarrollo y consolidación del trabajo de detección, atención y mantenimiento de los donantes potenciales en las unidades de cuidados intensivos, así como en la atención al donante multiorgánico, propició que también creciera la cifra de trasplantes de hígado.
Los tres de corazón pulmón, con la más alta supervivencia del mundo en este tipo, (17 años de sobrevida), 16 páncreas-riñón y dos hepatorrenal, ponen a la medicina cubana a la vanguardia de los países de Latinoamérica en cuanto a diversidad y número de intervenciones quirúrgicas.