La Habana, 30 de mayo (PL).- Cuba se encuentra entre los primeros países del continente americano en desarrollar el trasplante renal, (año 1970), y desde entonces hasta hoy, en la Isla se realizaron unas tres mil 500 operaciones de ese tipo.
Amparada por una amplia red de servicios nefrológicos, la nación cubana cuenta con 47 hospitales que atienden a los más de mil 500 pacientes con insuficiencia renal crónica, (IRC), en tratamiento de hemodiálisis o diálisis peritoneal, muchos de los cuáles esperan por un trasplante.
La IRC, un trastorno progresivo y permanente de la función renal, forma parte de las patologías crónicas no transmisibles que afectan al mundo contemporáneo, cuya terapia y rehabilitación es compleja y altamente costosa.
Las estadísticas internacionales plantean que más de 200 personas por cada millón de habitantes, necesitan cada año tratamiento por diálisis o transplante renal, siendo este último la mejor solución, pero inhabilitada muchas veces por la carencia del órgano.
Sin embargo, en Cuba existe un fuerte grupo de obtención de órganos, el cuál realiza un minucioso proceso de selección donante-receptor bajo los más estrictos parámetros éticos e inmunológicos, para garantizar una mejor supervivencia a corto y largo plazo, tal y como se sustentan muchos programas del primer mundo.
Asimismo, aunque en menor medida, el país utiliza el donante vivo, emparentado y compatible. Un 60 por ciento se efectúa entre hermanos, el 25 por ciento de padres a hijos y el resto de hijos a padres.
Además de los trasplantes renales, en los últimos 20 años en la Isla se efectuaron más de un centenar de injertos cardiacos, con índices de supervivencia similares a los de países desarrollados.
El desarrollo y consolidación del trabajo de detección, atención y mantenimiento de los donantes potenciales en las unidades de cuidados intensivos, así como en la atención al donante multiorgánico, propició que también creciera la cifra de trasplantes de hígado.
Los tres de corazón pulmón, con la más alta supervivencia del mundo en este tipo, (17 años de sobrevida), 16 páncreas-riñón y dos hepatorrenal, ponen a la medicina cubana a la vanguardia de los países de Latinoamérica en cuanto a diversidad y número de intervenciones quirúrgicas.